martes, 5 de octubre de 2010

LA PELEA

La Pelea.

Este es un tema en el que nos subdividimos los galleros, ya que dependiendo de la raza o cruza de gallo es el tipo de arma que utilizamos, viéndose así diferentes tipos de pelea. Voy a tratar de explicar a mi entender algunas armas con sus diferentes razas y el por qué de la utilización de ellas. La primera de ellas es la de los gallos puros de pico: Existen diferentes tipos de razas que pueden pelear con esta arma, la mayoría de ellas provienen de criaderos Americanos. Este tipo de pelea es el más comercial ya que la pelea difícilmente dura más de 20 minutos, dando pié a que se puedan apreciar un gran número de ellas en una sesión. Estos gallos se caracterizan por su vertiginoso ataque sin la necesidad de buscar la mordida para direccionar su golpe, este último a diferencia de los gallos de pico es en forma tal que sacude las patas realizando un movimiento similar al que se requiere para cortar un madero con un serrucho, de ahí que la navaja sea con filo. La pelea en sí dura poco tiempo ya que los gallos se dañan rápidamente a veces inutilizándose para poder seguir peleando por su propio pié, es entonces donde intervienen los "soltadores" quienes auxilian al gallo y lo llevan al centro para que queden frente a frente y se pueda definir un ganador o un empate. Creo que nuevamente es fundamental aclarar aquí que el fin de tomar los gallos y enfrentarlos nuevamente aún cuando están muy heridos no es el de que alguno muera, sino es como ya dije para definir la pelea. De hecho el reglamento estipula que un gallo pierde cuando "da fondo" es decir cuando toca el suelo con su pico, esto puede darse con un gallo aún con vida . (Ver reglamento) Las características generales de estos gallos son : 1.- Velocidad vertiginosa desde el momento que sienten cerca a su rival. 2.- No requieren de la mordida para direccionar su tiro (por lo menos al los primeros contactos). 3.- Movimientos explosivos, vaciándose casi por completo en cada tiro (arrebatidas) 4.- Cortan con la pata izquierda (donde se coloca siempre la navaja). 5.- Pegan la mayoría de sus envíos en el pecho,costillas, piernas, y muy pocas veces en el cuello y cabeza. 6.- No tienen fondo, es decir se hieren rápidamente vaciando su condición física y su pelea dura muy poco tiempo. Toca aquí hablar de los fortachones de la especie, los tozudos y empecinados que no siendo los más inteligentes resuelven sus peleas con voluntad y fuerza bruta. Son por lo regular gallos de origen asiático, casi derechos en su forma de pararse, con una caja torácica muy compacta, las alas pequeñas y recogidas, bien pegadas al cuerpo, la cabeza redonda y de buen tamaño, (aquí en México se les conoce también como "cabezones"), el cuello muy largo y ancho, las patas son cuadradas, la cola es de "chorro" etc. La forma de pelea de estos gallos es casi en su mayoría de constantes empujones de pecho y cuello, son un tanto cuanto reguindones (Que muerde y no tira), los bombazos que que tiran cada vez que lo hacen son de tal potencia que llegan a romperse los cuellos. La pelea es lo que nosotros llamamos "sorda" y dura por reglamento aquí en México una hora, pero hay gallos que podrían pelear por mucho más tiempo. Las características de estos gallos ya las explique en su mayoría, queda solamente hacer énfasis en que tienen mucho fondo y una resistencia física increíble, pegan también en la zona del cuello a la cabeza ,además de que son muy sanos y resistentes a las enfermedades. He escogido estos tres tipos de raza y arma porque de alguna manera representan la base de todas las demás armas, cabe señalar que estas razas en algunos otros países las juegan con otro tipo de arma, pero el principio es el mismo, por ejemplo : En Estados Unidos utilizan también "el puón" para el pulgadero, En Argentina el "espontón de acero" para las razas asiáticas etc. etc.. Es importante aclarar que existen muchas otras armas y que los gallos que las usan son o por lo menos en teoría mezcla de las anteriores entre sí. Ejemplo: Si un ejemplar limpio de pico se cruza con otro puro asiático el producto será media sangre de ambas y se puede jugar con navajas redondas muy pequeñas (líneas de redonda). Si al producto le echamos otro ejemplar limpio de pico entonces el producto tendrá 3/4 de pico y 1/4 de asiático, el arma que podemos usar es también una navaja redonda pero un poco más grande casi llegando al 1/4 de redonda. ( hay gallos que por su velocidad pueden competir ya con 1/4 de redonda). Si a este producto le volvemos a echar limpio de pico es entonces cuando ya tendremos un gallo para jugarse con 1/4 de redonda. La finalidad de esta cruza es obtener la velocidad, certeza,clase e inteligencia del gallo de pico, con la potencia, resistencia física, y pelea incomoda para el rival, que tiene el gallo asiático. De igual manera es tomando como base al gallo de pulgada, si le echan un ejemplar puro de pico o asiático el gallo peleará con media pulgada de filo, y si al producto le vuelven echar otra vez un puro el producto será para combatir con 1/4 de filo etc. etc.. Aquí existen criadores que gustan de sacar gallos con 1/8 o 1/16 de sangre de pico o de asiático, y lo de más de pulgada, para que los tiros vayan también dirigidos con fortaleza y direccionados al cuello y cabeza.

ORIGEN E HISTORIA

Origen e historia
La crianza de las aves junto al hombre es tan remota como la formación de los primeros grupos humanos que optaron por una vida sedentaria. Los antecedentes prehistóricos de la avicultura hay que buscarlos en la época neolítica, de la que los paleontólogos han podido interpretar escenas y representaciones en las que las aves intervenían como temas decorativos o sujetos de las escenas de caza.
Para conocer el origen de la explotación de estas aves hay que remontarse a los egipcios como el primer pueblo que, en épocas faraónicas, prestó una cierta atención a las gallinas y a los patos como fuentes de alimentación, incluso incubando artificialmente sus huevos en lugares semisubterráneos a modo de cama de cultivo mediante el calor producido por el estiércol de camello.
Griegos y Romanos, posteriormente, fueron quienes dieron un cierto impulso a la cría de gallinas, gansos y otras especies.
Personajes como Columela, el sevillano Abu Zacharía, el licenciado Gabriel Alonso de Herrera o el veterinario Nicolás Casas han dejado huella escrita a lo largo de la historia de sus experiencias y conocimientos de la cría de las aves a través de diferentes tratados y libros de agricultura.
La domesticación de la gallina es muy remota. Toda la cría de gallinas, base de la industria avícola, procede del tronco común de las gallináceas selváticas procedentes del sudeste de Asia, concretamente de las junglas de Borneo, Siam, península Malaya, Sumatra, etc.
La mayor parte de los historiadores opina que la gallina se domesticó en la India , desde donde ya en las épocas prehistóricas pasó a China y en los albores de la historia a los Imperios antiguos del Medio Oriente. Se coincide en la opinión de que la especie predecesora de la avicultura pasa por el gallo rojo de la jungla “Gallus Bankiva”, pues además de tener una conformación corporal similar a la de los individuos actuales, sus cruzamientos mutuos dan lugar a individuos fértiles.
Acerca del origen de las gallinas hay dos teorías :
• La monofilélica de Darwin (1868), según la cual la gallina doméstica procede directamente del Gallo Bankiva, tras las modificaciones marcadas por las circunstancias y el ambiente.
• La polifilélica de Ghigi, quien sostuvo que las gallinas procedían de diversas estirpes o sub–especies que, mediante cruzamientos, llegaron por selección o adaptación a las llamadas variedades asiáticas, robustas y predecesoras de las aves pesadas de aptitud cárnica, y a las mediterráneas, ligeras y predecesoras de las razas estilizadas con buenas aptitudes para la puesta.
Primitivamente, el hábitat del Gallo Bankiva era la selva tropical, tratándose así de un ave propia de climas cálidos y desarrollándose preferentemente en altitudes superiores a 1000 m , en donde aún hoy en día es difícil de localizar dada la exuberante vegetación de su medio de vida natural.
El Gallo Bankiva manifiesta plenamente el dimorfismo sexual, siempre muy acusado en la especie Gallus, con machos provistos de una cresta prominente y plumas con destellos púrpuras o verdosos, y hembras de pequeño tamaño, de colores apagados y carentes de cresta y barbillas.
Debido a este origen ancestral la clasificación zoológica propuesta por los naturalistas para la gallina doméstica está englobada en la siguiente escala :
Reino : Animal.
Subreino : Metazoos.
Tipo : Vertebrados.
Clase : Aves.
Orden : Gallináceas.
Familia : Faisánidas.
Género : Gállidos.
Especie : Gallus.
Variedad.
Individuo.

Por individuo se entiende todo ser viviente, animal o vegetal, dotado de características propias.
Especie es el conjunto de individuos dotados no sólo de la misma constitución orgánica, sino de las mismas características, cualidades, aptitudes e instintos.
Raza es el conjunto de individuos de la misma especie en los que por influencias externas o internas han aparecido características o se les han revelado aptitudes o cualidades distintas de las de la especie originaria, quedándoles fijas y transmitiéndose invariablemente a la descendencia.
Variedad es la agrupación de individuos de la misma raza en los que, manteniéndose sus características y aptitudes, se presentan algunas distintas, especialmente en el color del plumaje, de las propias de ella.
En una raza pura, como se ha dicho ya, el conjunto de individuos tiene unas característica fijas e invariables en la descendencia en la que afecta a volumen, color, rusticidad, tamaño, color del huevo, etc.
Un mestizo es el producto obtenido al aparear un gallo de una raza y una gallina de otra.
El híbrido zootécnico es el producto obtenido al aparear reproductores de distinta especie pero pertenecientes ambos al mismo orden zoológico.
La clasificación de híbrido genético supone ser producto del apareamiento de progenitores, cada uno de por sí obtenido por consanguinidad durante varias generaciones. Generalmente estos productos híbridos, han sido logrados tras una depurada selección genética de las líneas progenitoras, basadas incluso en una estrecha consanguinidad, de la misma o de distinta raza.
Como anteriormente se ha señalado, las aves domésticas derivan de las especies selváticas que tras un periodo más o menos largo en el que aceptaron cuidados del hombre, conservando su selvatismo, acabaron por entregarse por completo.
Se dan por mansas aquellas especies que pueden tenerse en pleno bosque y a una llamada acuden para recibir la comida que se les da, sin embargo, una vez satisfecho el apetito vuelven al bosque. Una característica de la explotación de aves mansas es que soportan bien la clausura pero en cuanto pueden se fugan.
Por domesticación se entiende no sólo el aquerenciamiento y el efecto que el animal cobra al lugar en que nació, se crió y es cuidado y alimentado, sino que los transmite a sus hijos.
De las dos razas de gallos de pesca existentes en León : los “Indios” y los “Pardos”, son estos últimos los que menos encajan en los esquemas de las razas puras hoy día conocidas, de lo que se deduce que en sus comienzos llegaron a un primitivo “status” por cruces sucesivos e incontrolados, se adaptaron, se aclimataron perfectamente al terreno y al ambiente y evolucionaron biológicamente hasta la raza y variedades que hoy conocemos.
Diversas teorías tratan de explicar las circunstancias que concurren en este inexplicable fenómeno :
• El microclima de la zona.
• La altitud.
• Las características edáficas : presencia de un banco de pudingas ( conglomerado de guijarros unidos por un cemento silíceo o calcáreo ), próximo a La Mata , así como, abundancia de areniscas en Aviados.
• Indice de radioactividad superior al normal, dando lugar a una posible alteración de las glándulas suprarrenales productoras de queratina, una de las principales sustancias de la pigmentación de las plumas.
Ninguna de esta teorías ha sido comprobada y se desconocen por completo los posibles factores de tipo ambiental que puedan influir en la calidad de la pluma. Únicamente los criadores saben con certeza la necesidad de criar los gallos de forma extensiva, manteniendo las rutinas de manejo que han ido heredando generación tras generación.
Así como ignoramos los orígenes del gallo “Pardo” y de la raza primitiva de la que éste pudo derivar, con el gallo “Indio” tenemos la certeza de que se trata de un descendiente de la raza “Andaluza”, hoy prácticamente desaparecida de esta región, donde su cría alcanzó, tiempo atrás, gran difusión, por ser su gallina en aquella época, una óptima ponedora de huevos.
El gallo “Indio” leonés tiene rasgos y características muy similares a los de la raza “Andaluza” de la que proviene, que a su vez está emparentada con “ La Española ”, raza de la que posiblemente desciende, y cuyos orígenes también se pierden con el transcurrir de los siglos. Aclimatada esta raza a la región leonesa y utilizadas sus plumas para la pesca, la búsqueda de nuevas tonalidades de color debió de motivar a los criadores y pescadores a cruzarla con otras especies, entre las que sin duda estuvieron ejemplares negros, como la “Castellana negra”, y otros rojizos.

COMPORTAMIENTO Y JERARQUIZACION

Comportamiento y jerarquización

Dentro de las aves se encuentran comportamientos muy distintos en cuanto a hábitos, régimen alimenticio, modalidad de vida, estaciones de crianza, etc.
Por su forma de vida, las aves domésticas y las gallináceas pertenecen al grupo de vida diurna, que habitualmente inician su periodo de actividad con las primeras luces del alba, acudiendo al descanso al atardecer.
Estos hábitos han sido modificados por el hombre en las explotaciones intensivas con la introducción de la iluminación artificial para modificar la maduración sexual, mantener una buena puesta y obtener, en general, unos mayores rendimientos. Esto no sucede así en las explotaciones de pluma donde la iluminación artificial no ha sido introducida.
Si atendemos al régimen alimenticio de las aves, se puede comprobar que los gallos y gallinas tienen aptitudes omnívoras, pues lo mismo son capaces de digerir la proteína de origen cárnico que la de los granos de cereales o de hierbas. Habitualmente la gallina silvestre es un animal merodeador que, tras escarbar la tierra con sus potentes patas, busca en ella raíces, semillas germinadas, huevos de insectos, nematodos y larvas, sin desdeñar los brotes tiernos de hierbas, piedrecitas o incluso pequeñas presas vivas como lagartos, ratones, caracolillos, etc. Así puede verse que la alimentación de la gallina se fundamenta en una amplia base de productos naturales.
Las gallináceas silvestres tienen hábitos de comportamiento muy peculiares, generalmente el macho a la llegada de la estación sexual se vuelve agresivo y belicoso para sus congéneres, de acuerdo con un concepto de jerarquización muy propio de esta especie. El macho dominante y vencedor en las peleas suele poseer a un número considerable de hembras. El género Gallus no forma parejas sino que es muy característico la tendencia a la poligamia dentro de los clanes naturales.
Las gallináceas presentan un dimorfismo sexual muy acentuado, tanto en el tamaño y la coloración como en los hábitos de los dos sexos. Desde las variedades silvestres hasta las más modernas razas, destacan por su porte y belleza cromática los gallos sobre las gallinas, las cuales tienen un plumaje más discreto, menos peso y menor capacidad para la lucha.
En este sentido, los gallos se caracterizan por poseer una serie de diferencias sexuales secundarias de gran relieve, como son el tamaño de la cresta y de la cabeza, superior al de las gallinas, un plumaje brillante y vistoso, una cola que presenta grandes plumas en forma de hoz, etc.
Contrariamente, las gallinas tienen las plumas de colores difuminados o apagados, el plumaje de la cola recto, ausencia de penachos, crestas de menor tamaño, etc. Como otros puntos diferenciables se encuentran el canto del gallo y el cacareo propio de las hembras.
La reproducción ovípara de las gallinas selváticas, como ocurre aún con las gallináceas silvestres, se produce después de un periodo de actividad sexual con la puesta de una serie de huevos, diez, doce o veinte, tras los cuales, el ave cae en un estado de cloquez que la induce a incubarlos durante los 21 días que dura el desarrollo embrionario y la ulterior crianza de los pollitos.
La capacidad para la cloquez es un factor hereditario que ha sido eliminado de las aves productoras de huevos, dada la incompatibilidad entre esta situación y la puesta.

LAS GALLINAS

LAS GALLINAS
Las gallinas no son aves de puesta temporal ya que con mayor o menor intensidad van dando huevos todo el año, pero en su producción siguen el curso del año solar, yendo en aumento cuando los días van siendo más largos y en descenso cuando se acortan.
En los individuos domésticos el hábito de volar casi se ha perdido, pero conservan la costumbre de escarbar y el instinto de buscar por sí mismos los alimentos que más les gustan.
El promedio de vida de estos gallos es de siete u ocho años, aunque algunos ejemplares pueden llegar a vivir quince años.
Las aves domésticas poseen una serie de caracteres instintivos que señalan unas normas de conducta preestablecidas propias de la especie y que tienen estrecha relación con sus aptitudes anatómicas y fisiológicas.
Los individuos presentan una forma de vida eminentemente instintiva, lo que permite una notable capacidad de adaptación.
Las aves domésticas adaptan su vida a una serie de hábitos comportándose con gran regularidad a lo largo de los días.
Si los animales están sanos muestran una especial vivacidad y alegría, caracterizadas por desplazamientos pausados, cacareo, aleteo, canto del gallo, etc.
La gallina sin poseer una extraordinaria capacidad de orientación es capaz de desenvolverse con soltura en su territorio o hábitat, regresando diariamente a los mismos lugares de pernoctación.
La agresividad dentro del grupo se manifiesta por la tendencia al picaje a las aves prolapsadas, por la jerarquización individualizada y por la formación de clanes o grupos más o menos marcados.
En las manifestaciones instintivas de un ave social como es el del objeto de este estudio tiene gran importancia el factor mimético, siendo frecuente que el comportamiento de un individuo arrastre al conjunto hacia un tipo de conducta como escarbar, correr en bandadas, aseo, ataviado y rascado de las plumas, etc.
El instinto del apareamiento constituye un ritual, con acercamiento del gallo a la hembra. Ésta se agacha si está dispuesta para ser cubierta, en cuyo caso el macho a veces incluso inicia una breve danza en torno a ella, arrastrando el ala, montándola acto seguido por el dorso – cola mientras las colas de ambas aves se desplazan lateralmente para facilitar el acoplamiento recíproco de sus cloacas, momento en que se produce la eyaculación. Una vez el gallo desciende del dorso de la gallina, a veces ejerce un ritual arrastrando el ala, mientras que la gallina se sacude las plumas y se aleja.
Las gallinas poseen una serie de sonidos para relacionarse con sus compañeras, conociéndose diversos tonos de cacareo que expresan ansiedad, nerviosismo, aviso o alarma, dolor…, poseyendo éstas una gran riqueza expresiva.
Las aves presentan un comportamiento marcado por el ritmo de las estaciones del año y por los diversos momentos del día, es decir, están fuertemente sometidas a los influjos lumínicos y ambientales de los ritmos naturales.
Entre los actos que presiden el comportamiento natural de estos individuos se pueden mencionar :

Conquista y defensa del territorio : las aves tienden a situarse en demarcaciones concretas, especialmente los machos. La posesión de un territorio está relacionada con la madurez sexual y es muy característica en los machos dominantes.

Parada sexual : este comportamiento está relacionado con la reproducción y consiste en la aparición de juegos sexuales y relaciones enmarcadas directa o indirectamente por la monta. Estos factores están condicionados al ritmo estacional y a factores neuro – endocrinos.
Canto y cacareo : ambos están relacionados con la madurez gonadal, teniendo el canto del gallo una significación de dominancia. El cacareo corresponde a una situación de normalidad sanitaria.

Puesta: este fenómeno de la gallina surge al llegar a la madurez sexual, coincidiendo con el pleno desarrollo corporal. La puesta de huevos se produce durante determinadas horas del día y se efectúa preferentemente en lugares con penumbra.

Comportamiento general: las aves suelen tener gran curiosidad por conocer el medio ambiente que las rodea, con vivacidad y alegría. Suelen ingerir grandes cantidades de alimento y pasan gran parte del día descansando, cuidando el plumaje o durmiendo. Las aves sometidas a un ambiente natural deambulan por áreas determinadas, invirtiendo muchas horas en escarbar el suelo par buscar alimentos, especialmente por la mañana y por la tarde.

Reconocimiento mutuo: las aves dominadas suelen bajar la cabeza para pasar así desapercibidas. El conocimiento entre individuos no es general ni constante, pues la capacidad de reconocimiento se limita aproximadamente a un centenar de individuos, que pueden ser olvidados en unas dos semanas.

Respecto al concepto de jerarquía, término mencionado anteriormente, hay que señalar que en todo conjunto de aves existe siempre un orden o categoría de dominancia de unas sobre otras, es decir, siempre hay una que domina a las demás, otra que domina a todas menos a la primera siendo dominada por ella y así sucesivamente hasta llegar a la última, dominada por todas.
Partiendo del hecho de que las aves se reconocen mútuamente por señales de conformación de cresta, aparece en ellas gradualmente el orden de dominancia aunque éste no se desarrolla en los pollitos hasta después de pasadas algunas semanas de vida. Al principio, el hecho es muy ligero e impreciso porque los pollos aún no conocen bien y porque no se ha establecido el concepto de rivalidad, que se manifiesta por picotazos de los dominantes para ahuyentar a los dominados y por la aparición de peleas con creciente acometividad.
En los primeros días las manifestaciones sociales consisten en la satisfacción de las aves de sentirse en grupo, especialmente después de saciarse de alimento. A las dos semanas aparecen manifestaciones de rivalidad a base de juegos, con apariencia de combate, en que los presuntos dominantes yerguen la cabeza en actitud amenazante, en tanto que los dominados generalmente huyen o se someten de forma inmediata.
A la edad de dos meses , al finalizar la época de cría, se puede decir que está ya perfectamente definida la escala social de agresividad y cobardía.
Al alcanzar la madurez sexual, cuando el reconocimiento entre las aves es bueno y se produce la rivalidad, rige de forma completa el “orden de los picotazos”, con un perfecto status para cada ave, por lo cual no se producen peleas sino que, al acercarse una dominante, las demás se retiran, ya que de lo contrario recibirán picotazos sin opción a disputar el terreno.
Las luchas generalmente se producen a base de picotazos o intentos de picaje en la cabeza, que las aves dominadas aprenden pronto a esquivar.
La introducción de nuevas aves en un gallinero suele alterar el nivel de dominancia preestablecido, desarrollándose nuevas luchas para reequilibar el orden social.
El orden social disminuye cuando se restablece la situación de equilibrio, pues cada ave sabe perfectamente a que atenerse y las más tímidas se hacen escurridizas y rehuyen el enfrentamiento, en cuyo caso el enfrentamiento sólo puede producirse cuando no haya suficientes bebederos o comederos.
Los elementos que intervienen en el picaje han sido ampliamente estudiados, estando ligados con la edad de las aves, la territorialidad, la iluminación, el número de aves totales alojadas en un gallinero, la densidad de población, etc.
En cuanto a su comportamiento en el acoplamiento, merece la pena indicar que la frecuencia de éste depende del lugar que el gallo ocupe en el escalafón social del grupo, efectuando así más frecuentemente el acto sexual los más fuertes que los débiles, ya que los primeros obstaculizan a los otros.
La preferencia de los gallos está demostrado que se dirige casi siempre a las gallinas de su misma raza y, dentro de un grupo uniforme, hacia algunas determinadas que les pueden demostrar más sumisión. En cambio, las gallinas que ocupan los puestos superiores en el escalafón social de la comunidad son menos propensas a dejarse dominar por los gallos para la cópula, manifestándolo a veces ostensiblemente al no agacharse como otras al tener al gallo cercano.
El descanso podría definirse como un proceso de inactividad prolongado, parte del cual se desarrolla en forma de sueño. El sueño proporciona entre otras cosas la relajación muscular. El sueño es muy importante para la normalización de las funciones nerviosas en general y muy especialmente frente a las exigencias marcadas por las situaciones de estrés.
Las actitudes posturales durante el sueño vienen marcadas en función de la temperatura ambiente. Al principio, las aves permanecen con la cabeza baja, para pasar a colocarla bajo el ala antes de la madrugada, posiblemente para evitar pérdidas de temperatura a nivel de la cresta y barbillas.