martes, 5 de octubre de 2010

ORIGEN E HISTORIA

Origen e historia
La crianza de las aves junto al hombre es tan remota como la formación de los primeros grupos humanos que optaron por una vida sedentaria. Los antecedentes prehistóricos de la avicultura hay que buscarlos en la época neolítica, de la que los paleontólogos han podido interpretar escenas y representaciones en las que las aves intervenían como temas decorativos o sujetos de las escenas de caza.
Para conocer el origen de la explotación de estas aves hay que remontarse a los egipcios como el primer pueblo que, en épocas faraónicas, prestó una cierta atención a las gallinas y a los patos como fuentes de alimentación, incluso incubando artificialmente sus huevos en lugares semisubterráneos a modo de cama de cultivo mediante el calor producido por el estiércol de camello.
Griegos y Romanos, posteriormente, fueron quienes dieron un cierto impulso a la cría de gallinas, gansos y otras especies.
Personajes como Columela, el sevillano Abu Zacharía, el licenciado Gabriel Alonso de Herrera o el veterinario Nicolás Casas han dejado huella escrita a lo largo de la historia de sus experiencias y conocimientos de la cría de las aves a través de diferentes tratados y libros de agricultura.
La domesticación de la gallina es muy remota. Toda la cría de gallinas, base de la industria avícola, procede del tronco común de las gallináceas selváticas procedentes del sudeste de Asia, concretamente de las junglas de Borneo, Siam, península Malaya, Sumatra, etc.
La mayor parte de los historiadores opina que la gallina se domesticó en la India , desde donde ya en las épocas prehistóricas pasó a China y en los albores de la historia a los Imperios antiguos del Medio Oriente. Se coincide en la opinión de que la especie predecesora de la avicultura pasa por el gallo rojo de la jungla “Gallus Bankiva”, pues además de tener una conformación corporal similar a la de los individuos actuales, sus cruzamientos mutuos dan lugar a individuos fértiles.
Acerca del origen de las gallinas hay dos teorías :
• La monofilélica de Darwin (1868), según la cual la gallina doméstica procede directamente del Gallo Bankiva, tras las modificaciones marcadas por las circunstancias y el ambiente.
• La polifilélica de Ghigi, quien sostuvo que las gallinas procedían de diversas estirpes o sub–especies que, mediante cruzamientos, llegaron por selección o adaptación a las llamadas variedades asiáticas, robustas y predecesoras de las aves pesadas de aptitud cárnica, y a las mediterráneas, ligeras y predecesoras de las razas estilizadas con buenas aptitudes para la puesta.
Primitivamente, el hábitat del Gallo Bankiva era la selva tropical, tratándose así de un ave propia de climas cálidos y desarrollándose preferentemente en altitudes superiores a 1000 m , en donde aún hoy en día es difícil de localizar dada la exuberante vegetación de su medio de vida natural.
El Gallo Bankiva manifiesta plenamente el dimorfismo sexual, siempre muy acusado en la especie Gallus, con machos provistos de una cresta prominente y plumas con destellos púrpuras o verdosos, y hembras de pequeño tamaño, de colores apagados y carentes de cresta y barbillas.
Debido a este origen ancestral la clasificación zoológica propuesta por los naturalistas para la gallina doméstica está englobada en la siguiente escala :
Reino : Animal.
Subreino : Metazoos.
Tipo : Vertebrados.
Clase : Aves.
Orden : Gallináceas.
Familia : Faisánidas.
Género : Gállidos.
Especie : Gallus.
Variedad.
Individuo.

Por individuo se entiende todo ser viviente, animal o vegetal, dotado de características propias.
Especie es el conjunto de individuos dotados no sólo de la misma constitución orgánica, sino de las mismas características, cualidades, aptitudes e instintos.
Raza es el conjunto de individuos de la misma especie en los que por influencias externas o internas han aparecido características o se les han revelado aptitudes o cualidades distintas de las de la especie originaria, quedándoles fijas y transmitiéndose invariablemente a la descendencia.
Variedad es la agrupación de individuos de la misma raza en los que, manteniéndose sus características y aptitudes, se presentan algunas distintas, especialmente en el color del plumaje, de las propias de ella.
En una raza pura, como se ha dicho ya, el conjunto de individuos tiene unas característica fijas e invariables en la descendencia en la que afecta a volumen, color, rusticidad, tamaño, color del huevo, etc.
Un mestizo es el producto obtenido al aparear un gallo de una raza y una gallina de otra.
El híbrido zootécnico es el producto obtenido al aparear reproductores de distinta especie pero pertenecientes ambos al mismo orden zoológico.
La clasificación de híbrido genético supone ser producto del apareamiento de progenitores, cada uno de por sí obtenido por consanguinidad durante varias generaciones. Generalmente estos productos híbridos, han sido logrados tras una depurada selección genética de las líneas progenitoras, basadas incluso en una estrecha consanguinidad, de la misma o de distinta raza.
Como anteriormente se ha señalado, las aves domésticas derivan de las especies selváticas que tras un periodo más o menos largo en el que aceptaron cuidados del hombre, conservando su selvatismo, acabaron por entregarse por completo.
Se dan por mansas aquellas especies que pueden tenerse en pleno bosque y a una llamada acuden para recibir la comida que se les da, sin embargo, una vez satisfecho el apetito vuelven al bosque. Una característica de la explotación de aves mansas es que soportan bien la clausura pero en cuanto pueden se fugan.
Por domesticación se entiende no sólo el aquerenciamiento y el efecto que el animal cobra al lugar en que nació, se crió y es cuidado y alimentado, sino que los transmite a sus hijos.
De las dos razas de gallos de pesca existentes en León : los “Indios” y los “Pardos”, son estos últimos los que menos encajan en los esquemas de las razas puras hoy día conocidas, de lo que se deduce que en sus comienzos llegaron a un primitivo “status” por cruces sucesivos e incontrolados, se adaptaron, se aclimataron perfectamente al terreno y al ambiente y evolucionaron biológicamente hasta la raza y variedades que hoy conocemos.
Diversas teorías tratan de explicar las circunstancias que concurren en este inexplicable fenómeno :
• El microclima de la zona.
• La altitud.
• Las características edáficas : presencia de un banco de pudingas ( conglomerado de guijarros unidos por un cemento silíceo o calcáreo ), próximo a La Mata , así como, abundancia de areniscas en Aviados.
• Indice de radioactividad superior al normal, dando lugar a una posible alteración de las glándulas suprarrenales productoras de queratina, una de las principales sustancias de la pigmentación de las plumas.
Ninguna de esta teorías ha sido comprobada y se desconocen por completo los posibles factores de tipo ambiental que puedan influir en la calidad de la pluma. Únicamente los criadores saben con certeza la necesidad de criar los gallos de forma extensiva, manteniendo las rutinas de manejo que han ido heredando generación tras generación.
Así como ignoramos los orígenes del gallo “Pardo” y de la raza primitiva de la que éste pudo derivar, con el gallo “Indio” tenemos la certeza de que se trata de un descendiente de la raza “Andaluza”, hoy prácticamente desaparecida de esta región, donde su cría alcanzó, tiempo atrás, gran difusión, por ser su gallina en aquella época, una óptima ponedora de huevos.
El gallo “Indio” leonés tiene rasgos y características muy similares a los de la raza “Andaluza” de la que proviene, que a su vez está emparentada con “ La Española ”, raza de la que posiblemente desciende, y cuyos orígenes también se pierden con el transcurrir de los siglos. Aclimatada esta raza a la región leonesa y utilizadas sus plumas para la pesca, la búsqueda de nuevas tonalidades de color debió de motivar a los criadores y pescadores a cruzarla con otras especies, entre las que sin duda estuvieron ejemplares negros, como la “Castellana negra”, y otros rojizos.

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